La diplomática estadounidense Roberta S. Jacobson, jefa de la delegación de Washington, lee en la segunda sesión de negociaciones con Cuba en La Habana el 22 de enero de 2015

El Departamento estadounidense de Estado se encuentra en la fase final del proceso de revisión de la presencia de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo, dijo este martes una alta fuente diplomática.

La cancillería «ha estado en esta tarea durante algunos meses y creo que es muy claro que estamos en el fin de ese proceso, estamos terminando ese trabajo», dijo la subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson.

Sin embargo, la alta diplomática añadió que no puede decir «exactamente» cuándo el Departamento de Estado enviará su recomendación al presidente, Barack Obama, «porque el proceso aún no ha sido completado».

Poco antes, Ben Rhodes, asesor de Obama en el Consejo de Seguridad Nacional, había dicho que el proceso de revisión sobre la presencia de Cuba en la polémica lista se encontraba en su «fase final».

Al anunciar el pasado 17 de diciembre el inicio del acercamiento con Cuba, después de medio siglo de enfrentamientos, Obama había pedido al Departamento de Estado que revisara la presencia de Cuba en la lista de acuerdo con la legislación vigente.

Cuba está desde 1982 en la lista, que también incluye a Irán, Siria y Sudán.

Estados Unidos y Cuba ya iniciaron una agenda de conversaciones bilaterales, pero la parte cubana dejó claro que consideraba de fundamental importancia que el país sea retirado de la lista para que avancen las tentativas de restablecer relaciones diplomáticas.

Luego del histórico anuncio, diversas voces expresaron su confianza de que el retiro de Cuba de esa lista podría ser anunciado antes de la Cumbre de las Américas, que comienza el viernes en Panamá.

En febrero, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que la eventual exclusión de Cuba de la polémica lista no era objeto de negociación en las conversaciones bilaterales.

«Hay negociaciones ahora mismo sobre la retomada de las relaciones diplomáticas. (…) La designación sobre países que promueven el terrorismo es un proceso separado, no es una negociación», aclaró el jefe de la diplomacia estadounidense.